Epílogo de un diario desesperado

Ocho de Julio de 2011,  paso un año, vino un nuevo año, pasaron meses y aquí estoy de nuevo. Welcome Back parece que me dice la pantalla blanca, con la raya parpadeante,  vamos cabrón escribe, siento que me anima.

No es lo mismo tener un pasado impecable  a que tengas mala memoria.

Causó sensación esa linda y aterradora frase, ¿Qué hemos olvidado en el camino? ¿Que cosas hicimos  y dejamos atrás y no recordamos o no queremos recordar?  La fiesta del 2000 donde vomitaste, se te levantó la falta y enseñaste  los calzones abueleros,  la oficina donde llegaste totalmente volado  y te pidieron que no volvieras por ahí,  la mamá del  enano que embarazaste, y según tú no era tuyo,  el trabajo que  te pagaron y dejaste sin hacer del que te hablaron por tres meses hasta que se cansaron, o quizá el primer día de la escuela, donde pataleaste, lloraste, gritaste y ya ibas en secundaría y el chavito que te gustaba te vió y se quedó  riendo,  el día que le lanzaste   al Profe de mate un borrador y no te fijaste que el prefecto te veía por la venta  ¿Qué?  ¿Que es eso de lo que no te quieres acordar o pretendes dejar de lado?

somorgujo! o ahí nos vidrios, dirían los cuates de la esquina.